ABANCA adelanta hasta 1.500 euros del desempleo a trabajadores afectados por un ERTE en Galicia
- La entidad podrá conceder un anticipo de hasta dos mensualidades de 750 euros cada una a clientes incluidos en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la comunidad autónoma gallega
- La financiación, sin intereses ni comisiones y garantizada por la Xunta, se dirige a clientes con derecho a esta prestación que todavía no han empezado a cobrar y que la tengan domiciliada en ABANCA
- ABANCA ingresará automáticamente los importes en sus cuentas sin que los clientes tengan que acudir a la oficina
- Los abonos se realizarán a partir de que la Xunta traslade a ABANCA la información de los beneficiarios que hayan solicitado el anticipo
ABANCA adelantará hasta 1.500 euros de la prestación por desempleo a clientes afectados en Galicia por ERTEs derivados de la crisis por COVID-19 que todavía no hayan empezado a cobrar. La entidad concederá este anticipo, garantizado por la Xunta de Galicia, a través de un máximo de dos mensualidades de 750 euros sin intereses y sin comisiones, que serán ingresados automáticamente en las cuentas de los clientes que tengan domiciliada la prestación en ABANCA.
El proceso lo iniciarán las empresas a solicitud de sus trabajadores enviando a la Xunta de Galicia la información requerida por la administración gallega y continuará con la transmisión de la misma a la entidad financiera. El abono se realizará después de que ABANCA reciba de la Xunta de Galicia la información de los beneficiarios que hayan solicitado el anticipo y tengan derecho al mismo.
Una vez recibida de la Xunta la información de los beneficiarios que hayan solicitado el anticipo, ABANCA informará a sus clientes a través de la Banca Móvil para que puedan realizar la contratación del préstamo gratuito a través de la propia aplicación móvil, sin tener que acudir a la oficina. Una medida más de protección, y en línea con las capacidades que ha desarrollado ABANCA, para poder realizar todas las operaciones a distancia con total seguridad desde la APP móvil.
Esta línea de apoyo financiero se plasma a través de un acuerdo de colaboración suscrito por ABANCA con la Consellería de Economía, Emprego e Industria. El objetivo de este convenio es dar liquidez a aquellos trabajadores, incluidos en un ERTE autorizado por la administración gallega, que están pendientes de recibir el abono de la prestación por desempleo por parte del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). De acuerdo con los datos oficiales, la Xunta ha tramitado en el marco de esta pandemia unos 33.000 ERTEs que afectan a unos 200.000 trabajadores en la comunidad autónoma.
En base a esta colaboración con la Xunta, ABANCA pone a disposición de sus clientes afectados por estas regulaciones de empleo en Galicia un anticipo de hasta dos mensualidades, de 750 euros cada una, para que puedan disponer de ingresos mientras no reciben el abono de la prestación por desempleo que les corresponde. La financiación se realizará a través de préstamos personales sin intereses ni comisiones que se cancelarán en cuanto el trabajador reciba el ingreso de la prestación.
Batería de medidas de ayuda por la pandemia
El adelanto de prestaciones por desempleo por parte de ABANCA se suma a otras medidas anunciadas en las últimas semanas por la entidad, que tratan de cubrir necesidades reales de familias, autónomos, pymes y empresas ante esta grave situación de crisis sanitaria, económica y social por la pandemia del COVID-19.
Las principales son la movilización de 8.300 millones a través del ‘Plan Anticipar’ y del anticipo de las pensiones para 400.000 clientes. El “Plan Anticipar” destina 7.900 millones de euros a la financiación para empresas, pymes, autónomos, negocios y comercios y la tramitación con carácter de urgencia de las operaciones de financiación para el tejido productivo con aval del Estado. Incluye también el anticipo del cobro de las prestaciones de jubilación y desempleo, moratorias a préstamos hipotecarios y personales, la condonación de tres mensualidades de alquiler a familias residentes en inmuebles del Fondo Social de Vivienda, la participación en la creación de un seguro colectivo para proteger a los profesionales sanitarios, la compra de 150 unidades individuales de cuidados intensivos, o la donación, en colaboración con Afundación, de más de 70.000 unidades de protección.