ABANCA supera los stress test con una holgura de 814 millones, un 70% más de lo exigido por el BCE
En el escenario más adverso ABANCA supera los stress test con una holgura de 814 millones, un 70% más de lo exigido por el BCE
- En el escenario base el ratio de solvencia en 2016 alcanza el 13,8%
- La calidad de los activos (AQR) sitúa a ABANCA como una de las entidades con la cartera crediticia mejor provisionada
ABANCA, el décimo banco español y el 65 de la zona euro por volumen de activos, ha obtenido una holgura de 814 millones de euros, un 70% más de lo exigido por el Banco Central Europeo (BCE) en el escenario más adverso de los “stress test”. Esta cifra, supone un ratio de solvencia (CET1) de 9,14%, en 2016, que supera en 3,64 puntos el 5,5% mínimo exigido por el BCE.
El análisis de la calidad de los activos (AQR en sus siglas en inglés) y su reducido impacto del 0,07 sobre el ratio de capital, sitúa a ABANCA como una de las entidades con la cartera de crédito mejor clasificada y provisionada.
El buen resultado obtenido por ABANCA en la evaluación del BCE obedece a su alto nivel de capitalización y al elevado saneamiento realizado en su balance. La entidad presenta un limitado deterioro de la cartera crediticia que se produciría en el escenario adverso, y una gran capacidad de generar resultados en esas condiciones adversas.
En un escenario menos agresivo contemplado en estas pruebas, denominado base, ABANCA es una de las entidades con mejor ratio de solvencia en 2016, con un 13,89.
El análisis más exigente de los realizados hasta la fecha
ABANCA es una de las 130 entidades europeas examinadas, 15 de ellas españolas. Este análisis tiene como objetivo contrastar y comparar la resistencia de las entidades europeas a evoluciones adversas del entorno y los mercados.
El análisis presentado es el resultado de un procedimiento transparente y de gran calidad técnica realizado en el último año por las entidades, el Banco de España y el BCE. Este proceso es el más exigente de los realizados hasta el momento. Recoge un análisis de la calidad de los activos en el punto de partida, fundamentalmente a través de la evaluación del nivel de saneamiento realizado sobre ellos (AQR); el deterioro que experimenta la cartera en un escenario adverso, y la capacidad de la entidad para generar resultados que absorban ese deterioro.
La prueba es el paso previo a la entrada en vigor del Mecanismo Único de Supervisión con el que el BCE asumirá las funciones de supervisión de las principales entidades europeas, entre ellas ABANCA.